Entradas

Mostrando entradas de julio, 2018

Jamás lo olvidaremos los dos.

Recordaré esta semana cada noche al acostarme y cada mañana al despertar, porque ha sido inolvidablemente única y especial. Recorrer el País Vasco juntos, unas veces de la mano, otras en brazos, ha sido mi sueño más real y mi sentimiento más profundo.

No me canso.

Si es que no me canso de mirarte, de susurrarte, de besarte, de tocarte, de agarrarte de la mano, de llevarte a todos sitios en brazos, si es que no me canso de nada cuando estás junto a mi. No me canso de pensarte, de recordarte y de sentirte cuando no estás a mi lado.

Se donde encontrarlos.

Hacia algún lugar viajarán mis pensamientos, en algún lugar estarán mis emociones, hacia algún lugar irán mis sentimientos. Pero estén donde estén y vayan donde vayan, ahí quiero ir contigo y allí quiero estar. Por eso, se donde encontrarlos, están en ti, en lo que haces, en lo que piensas, en tu piel y en tu corazón.

Encontré.

En lo más profundo de tus ojos encontré el paraíso, en lo más profundo de tu mirada encontré mi libertad, en lo más profundo de tu sonrisa, encontré la razón de mi existir. .....A MI NIÑO.....

Cuánto........

Cuánto te echo de menos, cuánto daría por vivir el resto de mi vida a tu lado, jugando contigo, riéndonos, pasandolo bien, viendo cosas que te llaman la atención o, simplemente estando junto a ti, paseándote en mis brazos. Cuánto sentimiento me da cuando estoy fuera de casa y veo a un niño, más o menos como tú, hablándole a su padre como tú lo haces conmigo, pararía ese instante para ir a por ti. Eres lo único que me queda en esta vida, mis papás murieron el año pasado, mi mamá iba a ser tu madrina y mira por donde, el destino no quiso darme ese capricho, aunque la vida me ha regalado a un niño maravillo, .....A MI NIÑO......

Cuando te veo correr hacia mí.

No hay sitio o cosa que más me guste que cuando voy a recogerte a la guardería y vienes hacia mí a toda velocidad con esos brazos abiertos para que yo te coja. Cuando entro hay muchos niños, te busco, te veo y mi corazón late tan deprisa que mi ilusión por cojerte es extrema llena de alegría y vitalidad. Tú sonríes, me señalas algún muñeco o juguete donde yo inmortalizo ese momento en lo más profundo de mi ser.