Cuando te veo correr hacia mí.

No hay sitio o cosa que más me guste que cuando voy a recogerte a la guardería y vienes hacia mí a toda velocidad con esos brazos abiertos para que yo te coja.
Cuando entro hay muchos niños, te busco, te veo y mi corazón late tan deprisa que mi ilusión por cojerte es extrema llena de alegría y vitalidad.
Tú sonríes, me señalas algún muñeco o juguete donde yo inmortalizo ese momento en lo más profundo de mi ser.

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