Quién le dio la vida a quién.

Nunca pensé que mi corazón pudiera abrirse tanto a alguien, normal cuando se trata de mi niño, quien me cautiva, me hechiza, me devuelve esa niñez olvidada, me trasporta a un mundo tan inocente como irreal, tan efímero pero tan bonito e inolvidable, que hace de cada momento un amor tan grande capaz de engrandecerme el corazón, hasta que un día ya no me coja en el pecho. Cada vez juntos se convierte en un recuerdo tan vibrante como radiante. No se cuántos besos nos hemos dado hoy, más de 1000 seguro. Algún día podré decirte, GRACIAS, por devolverme tú la vida a mi, porque mi misión en ésta vida ha sido, es y será, hacerte el niño más feliz del mundo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Iván, la Victoria de mi vida.

Algún día.

Viviendo juntos.